ETAPAS DEL NIÑO DE CERO A CINCO AÑOS DE EDAD
AUTOESTIMA DE LOS NIÑOS DE TRES AÑOS
Los
niños de tres años tienen muchos motivos para sentirse orgullosos
porque sus progresos son rápidos e incesantes. Quieren demostrar
todo lo que saben hacer bien. Dejar que hagan las cosas solos, que
superen los retos sin la ayuda de sus padres, acrecienta su
autoestima.
A los tres años los
niños poseen ya mucho más control que el año anterior sobre su
cuerpo y sus movimientos son más eficaces. Pueden subir y bajar
escaleras con velocidad, caminar hacia atrás, correr, girar y hasta
montar en triciclo. Y a medida que van pasando los meses, su agilidad
y sus posibilidades no hacen sino aumentar y aumentar.
Un gran desarrollo personal
- Saben que hacen gracia y les gusta hacerse los graciosos. Y como están en plena etapa imaginativa y la distinción entre realidad y fantasía no les preocupa demasiado, hasta se llegan a inventar hazañas y batallitas para ver si nos dejan con la boca abierta.
- Están sentando las bases de su idea sobre sí mismos, y también de su autovaloración ( autoestima. Ahora empiezan a tener una elemental noción de causa-efecto, con lo que comienzan a atribuirse personalmente los resultados de sus intentos.
- Sienten una poderosa motivación por investigar eficazmente lo que les rodea: la curiosidad, el juego, la exploración y sentirse cada vez más competentes. Estos impulsos son innatos y constituyen un valioso equipo que nos dota, a medida que crecemos, para el progreso personal y social, para proponernos metas, objetivos, logros y esforzarnos en su consecución.¿Cómo desarrollar una sana autoestima?
- Es más importante elogiar su esfuerzo que su habilidad, aunque los resultados de sus esfuerzos no sean del todo brillantes. El que intenten hacer cosas por ellos mismos debe ser ya suficiente para mostrarles nuestra admiración. Evitemos, además, ridiculizarles ante el fracaso.
- Aprobar y elogiar incondicionalmente a nuestros hijos no quiere decir consentírselo todo. Un niño que no encuentra límites ni normas se convertirá en un tirano y un inadaptado. Estimular no tiene nada que ver con malcriar. Es necesario ejercer la autoridad.
http://www.serpadres.es/3-6-anos/educacion-y-desarrollo/su-autoestima-necesita-los-elogios-de-mama-y-papa.html
Autor:
Luciano Montero, psicólogo.
DIEZ REGLAS BÁSICAS PARA LOS NIÑOS
1. Volver a la rutina: Marcar unos horarios fijos unas semanas antes le ayuda a amoldarse mejor en el colegio.
2. Estar tranquilos: Cuanto más confiados se muestren los padres más seguridad transmiten a su hijos. Y la necesita.
3. Empezar a comprar el material: Es importante hacer la compra del material escolar con tiempo, decidir quién va a llevar al niño al jardín, escuela o colegio y quién le recogerá... También conviene levantarse con tiempo suficiente para hacer las cosas con tranquilidad y evitar posibles contratiempos. Llegar con prisas al primer día de colegio nos es nada recomendable.
4. Anima a tu hijo: Pronto llegará «tu gran día»: conocerás a tus nuevos amigos y profesores, aprenderás a leer... ¡Explícale a tu pequeño las ventajas de ir al colegio.
5. Explícale cómo será todo
Hay que hablar del
cole, sobre todo a los más pequeños: qué harán en clase,
quién les atenderá, para qué sirve el colegio...
6. Prepárate para la despedida
Importantísimo: no
aproveches un momento de descuido del pequeño para salir corriendo.
Tampoco es recomendable alargar innecesariamente el «hasta luego».
7. Lleva su objeto de consuelo
En las escuelas
infantiles los admiten: su peluche favorito, un juguete... Le dará
confianza.
8. No engañes a tu hijo: Siempre es preferible contarle «lo que hay» que decirle una mentira piadosa. Si para conseguir que deje de llorar se le pide que no se preocupe, que mamá o papá estarán de vuelta en un momento, la situación puede empeorar cuando vea que no es así.
9. Debes ser tolerante: Durante sus primeros días habrá que permitirle alguna que otra pataleta o dejar que durante la primera semana se comporte de una forma algo más rebelde de lo habitual. Se trata de su período de adaptación y hay que darle un tiempo.
10. No agobies a tu hijo
Abrumarle con una
retahíla interminable de preguntas tras su primer día no facilita
las cosas. Cuando se sienta lo suficientemente cómodo en su nuevo
entorno, él mismo nos contará sus experiencias.
COMO ENSEÑAR A LOS NIÑOS DE 1-2 AÑOS LAS NORMAS BÁSICAS
Enseñar
a los niños normas básicas de disciplina y obediencia desde que son
pequeñitos es fundamental para inculcarles, de manera positiva, las
pautas y principios esenciales de convivencia.
Siempre
desde el amor y el cariño: Las
normas varían necesariamente según van creciendo los niños. Es
importante saber en qué momento se encuentra nuestro hijo y qué
concepto de disciplina conviene reafirmar. No se le puede exigir lo
mismo a un niño de 3 años que a uno de 18 meses.
Hasta
el primer año: Las
primeras limitaciones están muy relacionadas con las situaciones de
riesgo. En esta etapa se impone una función protectora por parte de
los padres.
Cuando
es un bebé, nuestras prohibiciones le hacen entender que él y
nosotros somos unas personas distintas, diferentes e independientes.
La palabra clave en este momento es “no”. Deben experimentar que
los deseos no siempre se satisfacen en el momento, de inmediato.
A
los 8 meses aproximadamente empieza a mostrar apego excesivo a
figuras conocidas y miedo ante los extraños. De ahí la importancia
de la función protectora en esta primera etapa y de los límites.
Empieza a estructurarse su mundo.
Las
normas en este periodo, giran entorno al sueño, la comida, el
peligro, y el establecimiento de rutinas positivas. Nuestras mejores
ayudas son reconocer, interpretar y traducir sus necesidades y no
dejarnos vencer por su llanto (cuando no tenga una base justificada).
De uno a dos años: Las características del niño en esta edad son, por lo general, ser curioso, tenaz, atrevido, impulsivo, activo y exigente. Ante lo cual, hay que saber que:
• Hacia
el año y medio ya tienen capacidad para entender razonamientos
sencillos. Es el momento de empezar a explicarles el porqué de las normas.
•
A partir de los 18
meses empieza a conocer y a usar el “no”. Está poniendo a prueba
su personalidad y ya siente que es alguien independiente. Ante esto
tus mejores actitudes son:
-
la firmeza: lo que se dice, se cumple.
-
el razonamiento: comenzar a razonar con el niño; insistir siempre en
lo concreto, puesto que todavía no entiende los conceptos
abstractos. La mejor forma de razonar es a través de las
consecuencias; pero siempre han de partir de su experiencia, no saben
prescindir de ella.
De los dos a los tres años: Es la etapa de la afirmación del “no” por excelencia. Se opone a todo y todo lo quiere hacer él mismo. No te preocupes si se equivoca, es muy bueno que intente hacer el mayor número de cosas posibles por sí mismo aunque debes tener cuidado con lo que puede resultar nocivo o peligroso. Si hasta ahora has tenido que vigilarle de cerca, ahora has de ser como un espía que ve sin ser visto y controla sin que se le note. Necesita probarse a sí mismo y hemos de dejarles hacer.
En
esta etapa suelen ser frecuentes las rabietas. Ante éstas lo que
debes hacer es lo siguiente:
-tener
paciencia y serenidad: es una época de oposición y va a intentar
imponer su voluntad.
-distraerle:
es una forma de evitar que haga algo que no le permitimos.
-dar
opciones: ahora ya entiende que no lo puede tener todo, pero hay
muchas cosas que sí puede hacer o tener. Es la ocasión de
recordárselo. “Esto no... pero esto sí...”
-reservar
el “no” para lo realmente necesario. El exceso de negativas no es
educativo, simplemente coarta y limita al niño.
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CUIDADOS PARA EL NIÑO RECIEN NACIDO
La
lactancia natural requiere un poco de esfuerzo. Lo primero que debe
hacer es tratar de acostumbrarse al proceso de amamantamiento. Usted
y su bebé tienen que aprender a colaborar juntos. A medida que vaya
conociendo mejor a su bebé, lo que le gusta o no le gusta y su ritmo
de amamantamiento, la experiencia será cada vez más fácil y
agradable para ambos. Muy pronto (no le quepa la menor duda), será
como si hubiese estado amamantando desde siempre.
Unas pocas semanas o meses después del nacimiento de su bebé, posiblemente deba aprender otro aspecto de la lactancia natural: cómo extraerse y almacenar la leche para que otra persona pueda alimentar al bebé cuando usted se reintegre al trabajo, los estudios u otras actividades. Trate de considerar al sacaleches como un amigo y aliado. El sacaleches le permite seguir proporcionando al bebé todos los beneficios de la leche materna incluso cuando usted no está en casa. Elija el sacaleches con cuidado, comience poco a poco y encuentre la manera de incluir la extracción de leche.
Para tener una buena experiencia al amamantar y usar el sacaleches, es esencial la preparación y la planificación. Puede comenzar a planificar su regreso al trabajo o los estudios antes del nacimiento del bebé y tomar decisiones que favorezcan la lactancia natural. Hemos preparado unos consejos para ayudarla a prepararse y determinar qué es lo mejor para usted, para su bebé y para su familia, a fin de que pueda lograr sus objetivos
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Unas pocas semanas o meses después del nacimiento de su bebé, posiblemente deba aprender otro aspecto de la lactancia natural: cómo extraerse y almacenar la leche para que otra persona pueda alimentar al bebé cuando usted se reintegre al trabajo, los estudios u otras actividades. Trate de considerar al sacaleches como un amigo y aliado. El sacaleches le permite seguir proporcionando al bebé todos los beneficios de la leche materna incluso cuando usted no está en casa. Elija el sacaleches con cuidado, comience poco a poco y encuentre la manera de incluir la extracción de leche.
Para tener una buena experiencia al amamantar y usar el sacaleches, es esencial la preparación y la planificación. Puede comenzar a planificar su regreso al trabajo o los estudios antes del nacimiento del bebé y tomar decisiones que favorezcan la lactancia natural. Hemos preparado unos consejos para ayudarla a prepararse y determinar qué es lo mejor para usted, para su bebé y para su familia, a fin de que pueda lograr sus objetivos
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COMO COMUNICARSE CON EL BEBÉ
La
comunicación con los padres es importante porque el bebé tiene una
relación estrecha con ellos, una relación de cariño y amor que
estimula muchísimo al bebé a querer comunicarse con ellos, si los
padres están atentos a dialogar con el bebé, éste prestará más
atención facilitando su aprendizaje.
Al hablar con
el bebé se le debe mirar a la cara (contacto visual) que es
importante debido a que aparte de aprender la comunicación verbal,
el bebé aprenderá a entender y usar las expresiones, gestos,
estados anímicos, etc., él sólo balbucea aún, pero pronto
comenzará a usar de todo para comunicarse, hasta llegar a las
palabras.
Para lograr que
un bebé logre formar bases sólidas en el habla, se debe incentivar
a hablar bien desde un inicio, con sus primeros balbuceos los cuales
deben ser imitados por los padres para que el bebé sienta que es
entendido y también para incentivarlo a seguir haciéndolo; más
adelante, cuando pueda vocalizar las palabras ya le podrá enseñar
el significado de las mismas y la forma correcta de pronunciarlas.
También se
debe hablar con el bebé en un tono suave y pausado, esta
característica le enseña a los bebés patrones que imitará y hará
suyos en su forma de hablar, además de ser placentero este tipo de
trato. Leerle cuentos utilizando la entonación y gestos acordes al
contexto es también de gran ayuda.
Al hablar con
el bebé debemos reconocer su estado de ánimo de acuerdo al tono de
voz y gestos que utilice, para hablarle de acuerdo a los mismos, de
esta manera el bebé sabrá que lo hemos entendido. Si el bebé está
alegre, debemos responder de la misma manera, si estuviera triste,
debemos responderle compartiendo su tristeza, luego podremos ir
consolándolo y animándolo en el transcurso de la conversación.
libros
que en vez de dibujos tengan fotos de los objetos, ayudan al bebé a
reconocer los objetos, si durante esta actividad se le hace preguntas
al bebé como: “dónde está la manzana” para que el bebé la
señale, y si aún no lo hace, tomarlo de la mano para que aprenda a
hacerlo mientras se le da la respuesta “aquí está la manzana”;
de la misma forma, al mostrarle las fotografías preguntarle “mira
quién es?”, “sí, ese es tu hermano”, y no olvidarse de la
entonación, la emoción a la hora de hablarle.
Este tipo de actividades puede ser realizada no sólo
en casa, sino en cualquier momento durante el día, cuando vamos al
supermercado, a visitar a los abuelos, a algún cumpleaños o al
parque; cualquier lugar y momento se presta para enseñarle a
trasmitir su sentir por medio de gestos y palabras a nuestro bebé.
No se trata de hacer del día a día del bebé un salón de clases,
sino en una actividad lúdica que lo ayudará a aprender, aprender
jugando
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ASPECTOS SOBRE LA IMPORTANCIA DEL GATEO DEL NIÑO
1.
El gateo es una de las bases para el desarrollo cerebral y
educativo del niño.
Gracias al gateo se van creando las rutas de información neurológica
entre los dos hemisferios, esto quiere decir, que va a facilitar el
paso de información esencial del un hemisferio a otro, permitiendo
la maduración de las diferentes funciones cognitivas.
- Desarrolla el patrón cruzado, es decir, la función neurológica que hace posible el desplazamiento corporal organizado y en equilibrio del cuerpo humano. Esto implica que el brazo derecho va sincronizado con el pie izquierdo y el brazo izquierdo con el pie derecho.
- Desarrolla el sistema vestibular de suma importancia para activar la emisión de señales de los dos laberintos del oído al cerebelo, el desarrollo de esto permite que el bebé desarrolle su percepción, así el podrá saber a ciencia cierta dónde están todos y cada uno de los puntos de su propio cuerpo, así el cerebro puede ordenar a cada parte particular que actue conforme a las necesidades que se presenten en forma ordenada e independiente.
4.-
Otro aspecto que permite desarrollar el gateo
del bebé al mirr al suelo para colocar la mano o la rodilla
convenientemente, el proceso de convergencia es cuando el bebé
enfoca ambos ojos en un punto a la distancia que atrae su interés.
Por ejemplo si se dirige a un punto gateando, dirige ambos ojos al
infinito; la idea es desarrollar esta convergencia mediante
ejercicios que faciliten la acomodación visual. Se sabe por estudios
optométricos, el gateo influye bastante en evitar problemas visuales
a futuro.
5.-
El gateo ayuda al niño a determinar el espacio que le rodea,
con lo cual motiva su desarrollo neorológico obteniendo información
del ambiente, que le permitirá ejecutar una interacción social.
6.-
Ayuda a desarrollar la “dominación hemisférica”,
proceso por el cual se incrementan las habilidades de los niños; es
de señalar que los hemisferios determinarán el empleo de la parte
derecha o izquierda del cuerpo en tal o cual acción que el niño
realice.
7.-
Mediante el gateo se va desarrollando la coordinación cerebral
ojo-mano.
Cuando el niño gatea se establece entre ambos una distancia similar
a la que más adelante habrá entre ojo y mano a la hora de leer y
escribir. Por tanto, el gateo favorece decisivamente la aparición
temprana de ambas funciones -leer y escribir- con los beneficios
adicionales que ello conlleva intelectualmente.
Por
ello es muy importante poder darle la oportunidad a los bebés de
gatear libremente, muchas veces no les permitimos realizarlo porque
siempre estamos pendientes a que se vayan a ensuciar, o que se pueden
hacer daño, o por cuestión de seguridad pensamos que mejor están
en el corral, limitando su espacio para la exploración, para que se
puedan trasladar por diversos lugares fortaleciendo su autonomía y
seguridad.
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