La
comunicación con los padres es importante porque el bebé tiene una
relación estrecha con ellos, una relación de cariño y amor que
estimula muchísimo al bebé a querer comunicarse con ellos, si los
padres están atentos a dialogar con el bebé, éste prestará más
atención facilitando su aprendizaje.
Al hablar con
el bebé se le debe mirar a la cara (contacto visual) que es
importante debido a que aparte de aprender la comunicación verbal,
el bebé aprenderá a entender y usar las expresiones, gestos,
estados anímicos, etc., él sólo balbucea aún, pero pronto
comenzará a usar de todo para comunicarse, hasta llegar a las
palabras.
Para lograr que
un bebé logre formar bases sólidas en el habla, se debe incentivar
a hablar bien desde un inicio, con sus primeros balbuceos los cuales
deben ser imitados por los padres para que el bebé sienta que es
entendido y también para incentivarlo a seguir haciéndolo; más
adelante, cuando pueda vocalizar las palabras ya le podrá enseñar
el significado de las mismas y la forma correcta de pronunciarlas.
También se
debe hablar con el bebé en un tono suave y pausado, esta
característica le enseña a los bebés patrones que imitará y hará
suyos en su forma de hablar, además de ser placentero este tipo de
trato. Leerle cuentos utilizando la entonación y gestos acordes al
contexto es también de gran ayuda.
Al hablar con
el bebé debemos reconocer su estado de ánimo de acuerdo al tono de
voz y gestos que utilice, para hablarle de acuerdo a los mismos, de
esta manera el bebé sabrá que lo hemos entendido. Si el bebé está
alegre, debemos responder de la misma manera, si estuviera triste,
debemos responderle compartiendo su tristeza, luego podremos ir
consolándolo y animándolo en el transcurso de la conversación.
libros
que en vez de dibujos tengan fotos de los objetos, ayudan al bebé a
reconocer los objetos, si durante esta actividad se le hace preguntas
al bebé como: “dónde está la manzana” para que el bebé la
señale, y si aún no lo hace, tomarlo de la mano para que aprenda a
hacerlo mientras se le da la respuesta “aquí está la manzana”;
de la misma forma, al mostrarle las fotografías preguntarle “mira
quién es?”, “sí, ese es tu hermano”, y no olvidarse de la
entonación, la emoción a la hora de hablarle.
Este tipo de actividades puede ser realizada no sólo
en casa, sino en cualquier momento durante el día, cuando vamos al
supermercado, a visitar a los abuelos, a algún cumpleaños o al
parque; cualquier lugar y momento se presta para enseñarle a
trasmitir su sentir por medio de gestos y palabras a nuestro bebé.
No se trata de hacer del día a día del bebé un salón de clases,
sino en una actividad lúdica que lo ayudará a aprender, aprender
jugando
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