En este
periodo el niño utiliza sus sentidos y capacidades motoras para
conocer los objetos y el mundo ve que es lo que puede hacer con las
cosas.
Esta etapa tiene lugar entre el nacimiento y los dos años de edad, conforme los niños comienzan a entender la información que perciben sus sentidos y su capacidad de interactuar con el mundo. Durante esta etapa, los niños aprenden a manipular objetos, aunque no pueden entender la permanencia de estos objetos si no están dentro del alcance de sus sentidos. Es decir, una vez que un objeto desaparece de la vista del niño o niña, no puede entender que todavía existe ese objeto (o persona). Por este motivo les resulta tan atrayente y sorprendente el juego al que muchos adultos juegan con sus hijos, consistente en esconder su cara tras un objeto, como un cojín, y luego volver a "aparecer". Es un juego que contribuye, además, a que aprendan la permanencia del objeto, que es uno de los mayores logros de esta etapa: la capacidad de entender que estos objetos continúan existiendo aunque no pueda verlos. Esto incluye la capacidad para entender que cuando la madre sale de la habitación, regresará, lo cual aumenta su sensación de seguridad. Esta capacidad suelen adquirirla hacia el final de esta etapa y representa la habilidad para mantener una imagen mental del
Esta etapa tiene lugar entre el nacimiento y los dos años de edad, conforme los niños comienzan a entender la información que perciben sus sentidos y su capacidad de interactuar con el mundo. Durante esta etapa, los niños aprenden a manipular objetos, aunque no pueden entender la permanencia de estos objetos si no están dentro del alcance de sus sentidos. Es decir, una vez que un objeto desaparece de la vista del niño o niña, no puede entender que todavía existe ese objeto (o persona). Por este motivo les resulta tan atrayente y sorprendente el juego al que muchos adultos juegan con sus hijos, consistente en esconder su cara tras un objeto, como un cojín, y luego volver a "aparecer". Es un juego que contribuye, además, a que aprendan la permanencia del objeto, que es uno de los mayores logros de esta etapa: la capacidad de entender que estos objetos continúan existiendo aunque no pueda verlos. Esto incluye la capacidad para entender que cuando la madre sale de la habitación, regresará, lo cual aumenta su sensación de seguridad. Esta capacidad suelen adquirirla hacia el final de esta etapa y representa la habilidad para mantener una imagen mental del
En
esta etapa están bien marcados los pensamientos emocionales, ya
existe la conciencia del yo, su lenguaje mejorado que le permite
comunicarse con el universo de los adultos.
Le
van poniendo nombres a las cosas, por lo tanto conocen, diferencian y
clasifican etiquetando verbalmente a todo lo que descubren.
Son
radicales porque cualquier objeto que cae en sus manos es suyo y es
el único dueño.
El
segundo año de vida se consolida el apego enriquecido por el
desarrollo de las capacidades intelectuales y lingüísticas que
facilitan la comunicación y el entendimiento.
A
medida que adquiera autonomía motora ampliará el ambiente físico y
social y reducirá el apego
A
partir del segundo año de vida, las relaciones pueden ser afectuosas
y conflictivas. La toma de conciencia de que los padres comparten
cierta forma de intimidad en la que ellos no participan y puede ser
que vean en uno de los progenitores un rival, con el nacimiento de un
hermano aparecen los celos, como protesta por los cambios en el
sistema familiar y miedo a perder su estatus. El sentimiento hacia el
hermano es ambivalente, los padres han de hacerle comprender que no
va a perder su apego
Con
el tiempo la relación con los iguales tiene una importancia
creciente y está marcada por la relación que haya mantenido con los
adultos.
La
influencia del grupo de iguales es especialmente significativa en:
El
conocimiento de la propia identidad: con la figura de apego aumenta
la autoestima. La relación con los iguales condiciona la aceptación
del otro y crea conflictos que obligan a la readaptación. Estos
conflictos le llevan a formarse un concepto de sí mismo más
realista y exigente
El
aprendizaje y las destrezas sociales: los beneficios de la relación
con el otro se obtienen si se acepta su punto de vista, esto obliga a
formas de comunicación más precisas, entender la comunicación del
otro, controlar deseos y conductas que interfieren con el otro.
El
sentimiento de pertenencia al grupo, irá adquiriendo más peso hasta
convertirse en uno de los grandes resortes de la conducta
Conflictos
Emocionales
El
miedo: Ve peligro donde no hay inducción del ambiente,
inseguridad personal. El único modo de ajustar el problema es
dándole seguridad
Los
celos: Traen consigo una baja de la autoestima.
Los niños de tres años de edad su Desarrollo físico: Pueden manejar un triciclo. Pueden atrapar una pelota. Pueden pararse en un pie. Ellos construyen torres con 6 o 9 bloques. Pueden caminar de puntillas. Pueden saltar horizontalmente. Ellos pueden manipular pequeños objetos como rompecabezas, o poner figuras en su correspondiente lugar. A los tres años pueden manchar o jugar con pintura. Pueden dibujar o pintar en forma circular y horizontal. Ellos crecen aproximadamente 3 pulgadas en un año.
Desarrollo
social y emocional: Ellos
necesitan conocer reglas claras y cuáles son las
consecuencias por romper las reglas. Ellos disfrutan dramatizar con
otros niños. Sus emociones son por lo general más profundas pero
muy cortas. Ellos necesitan ser estimulados para expresar sus
sentimientos con palabras. A los 3 años, los niños empiezan a
aprender a compartir.
Desarrollo
intelectual: Los pre-escolares aprenden mejor haciendo. Ellos
necesitan variedad de actividades. Necesitan espacio tanto dentro de
la casa (o la escuela) como afuera. Necesitan un equilibrio entre
juegos activos y juegos calmados o callados. Pueden expresar sus
necesidades, ideas y preguntas. El tiempo de atención se extiende un
poco más de manera que ellos pueden participar en actividades de
grupo.
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