Hay
una construcción interna del esquema corporal casi acabada. Se ha
logrado en varias etapas. Es el resultado de la delineación de los
objetos con respecto a su propio cuerpo y la diferenciación del
mundo que lo rodea.
Ha
desarrollado la conciencia de su propio cuerpo y diferencia de modo
más preciso sus funciones motrices, a través del movimiento, de sus
desplazamientos.
Se
ha definido su lateralidad, y usa permanente su mano o pie más
hábil, y así puede establecer una adecuada relación con el mundo
de los objetos y con el medio en general. Las nociones de derecha-
izquierda comienzan a proyectarse con respecto a objetos y personas
que se encuentran en el espacio.
Su
coordinación fina, está en proceso de completarse; ésta le
posibilita el manejo más preciso de herramientas y elementos de
mayor exactitud. Estas destrezas no sólo se adquieren con la
maduración de la musculatura fina, sino también por el desarrollo
de estructuras mentales que le permiten la integración y adecuación
de los movimientos en el espacio y el control de la vista
(coordinación visomotora). La realización de actividades
manipulativas (trabajos manuales) es importante, pero en ellas deben presentársela obstáculos a vencer, la posibilidad de buscar medios,
inventar instrumentos; es decir la oportunidad de descubrir,
reflexionar, crear.
Enriqueció
sus estructuras de espacio, tiempo, permanencia de los objetos a
través de los movimientos finos y su acción con los objetos.
En
la actividad motora confluyen tanto los aspectos intelectuales como
los afectivos de su personalidad.
Desarrollo
psico- sexual
El
niño de esa edad está abocado a la difícil tarea de conquistar su
lugar dentro de la estructura familiar.
Manifiesta
interés por averiguar los orígenes de su propia vida, de hermanos
y padres
(sobre ”las panzas”, ”cómo entran los bebés”,”cómo
salen”); la diferencia entre los sexos, el significado de la
muerte, elaborando “teorías infantiles”.
Lo
inquieta la posibilidad de la muerte (de animales, de personas
queridas o cercanas) vinculándola con la inmovilidad, la ausencia,
sin convencerse de que son definitivas. Pregunta reiteradamente
sobre los muertos.
Descubre
la diferencia de los sexos como criterio irreversible para
discriminar entre varones y mujeres. Se espían mutuamente.
A
medida que adquiere mayor autonomía y posibilidades de
discriminación, va advirtiendo otros vínculos, en particular la
relación que une a sus padres.
Se
enamora de su pareja parental opuesta y rivaliza con el otro. Más
tarde renunciará a ese amor y se identificará con su rival
deseando ser como él en el futuro (5-6 años aproximadamente).
Este
drama central en su vida, lo ayuda a construir el núcleo de su
identidad sexual.
Afectivamente
es celoso, siente amor y hostilidad, es inestable, demandante.
Al
terminar el nivel inicial en su mayoría ha respondido estas
cuestiones construyendo sus verdades a partir de sus averiguaciones,
observaciones y deducciones.
Hacia
los 6 años, coincidente con el comienzo de la etapa primaria,
comienza, según Freud, el período de latencia.
De
su desarrollo social: Busca ser
reconocido más allá de su grupo familiar. El ligarse a diferentes
contextos sociales le permiten recortar su identidad.
Asiste
a una crisis de personalidad: por un lado es solidario con su
familia y por
el otro ansioso de autonomía.
Es
independiente, y ya no busca que su mamá esté permanentemente a su
lado.
Quiere
hacer valer sus derechos dentro del núcleo familiar, a veces lo
intenta, y lo logra también en otros ámbitos. Aprende a respetar
derechos ajenos.
Durante
las comidas se muestra muy sociable y hablador.
Su
introducción dentro de un grupo, su integración e interacción con
otros pares, se encierran en una difícil búsqueda de inserción a
partir de un rol.
Paulatinamente
los grupos van cobrando mayor estabilidad; dentro de ellos, ya más
estables, comienzan a perfilarse líderes (positivos y/o negativos).
Estos líderes surgen por poseer alguna condición deseada que posea
un compañero: habilidad especial para ciertos juegos, destrezas,
temeridad. El liderazgo puede no ser estable, es frecuente su
movilidad.
Puede
anticipar sus hipótesis y ejercitarse en la toma de decisiones
grupales.
Consigue
integrarse en pequeños grupos de juego a partir de un proyecto
común elaborando normas de juego propias.
Puede
participar en la elaboración de normas grupales.
Se
muestra protector con los compañeros de juego menores que él .
Se
diferencian los juegos de nenas de los de varones, haciéndose muy
marcada la diferenciación sexual de los roles. Juegan generalmente
separados los varones de las nenas.
Los
roles que dramatiza son los que simbolizan el poderío, la fuerza,
ídolos deportivos, en especial jugadores de fútbol. Los medios
masivos de comunicación ejercen una gran influencia.
Empieza
a darse cuenta de que sus compañeros de juego, a veces realizan
trampas. Él comienza a hacerlas.
Acompaña
sus juegos con diálogos o comentarios relacionados a los mismos.
Puede
empezar un juego un día y terminarlo otro, por lo que tiene mayor
apreciación del hoy y del ayer.
Aparecen
los juegos reglados que implican el abandono del egocentrismo y la
entrada en el proceso creciente de socialización:
Los
juegos de reglas arbitrarias en los cuáles él se impone la regla y
se subordina a ella.
los
de reglas espontáneas(rápidos, inventados por el grupo de niños y
olvidados enseguida) y los verdaderos juegos reglados (gran parte
institucionalizados por la influencia generacional: rayuelas,
rondas, manchas)
Planifica
un trabajo y puede perfeccionarlo en otras jornadas.
Evalúa
sus adelantos en los dibujos, construcciones, otras actividades.
Le
gusta terminar lo que comienza.
Recuerda
encargos de un día para el otro.
De
su moralidad: Hacia fines de la etapa
del nivel inicial, el niño se halla atravesando el camino :de
transición de la internacionalización y generalización de las reglas,
normas, valores y pautas ético- morales.
del
control ansioso de los otros, hacia un autocontrol con ansiedad
mínima,
de
la empatía culpógena a la empatía pro- social, y básicamente de
la moral heterónoma a la autonomía racional (inicio de la
cooperación entre pares, de la participación en la elaboración de
las normas y pautas de la vida diaria, de la concientización de sus
posibilidades y limitaciones, de la progresiva construcción de los
cimientos de una moral autónoma).
En
el desarrollo moral del niño los hechos morales son paralelos a los
hechos intelectuales.
El
niño de cinco años tiene también cierto sentido del espacio:
no es que conozca los continentes o la distancia exacta de la tierra
a la luna, pero, además de la noción de su habitación, de la casa,
jardín, barrio, tiene ahora la noción de "lejos", palabra
vaga e imprecisa, pero que sugiere una impresión exacta.
Ha
adquirido cierta noción numérica: puede contar hasta catorce, luego
veinte, luego cien, luego mil. Estos grandes números no representan
nada preciso; en él, sólo corresponde a una diferenciación entre
lo escaso y lo abundante, lo lento y lo rápido.
El
niño poco a poco se ha introducido en el mundo de los demás:
Al
juego individual de los dos primeros años, al juego paralelo del
tercero, sucede el juego en cooperación del cuarto y del quinto
años.
Ha
dejado de acapararlo todo; la prioridad está bien delimitada y el
instinto de posesión queda establecido.
Ya
sabe ahora que es un chico o una chica. Ha observado la diferencia
de sexos y se interesa por su nacimiento: puede hacer muchas
preguntas a este respecto.
Las
nociones del bien y del mal no están aun completamente definidas.
Sabe de la
existencia de "reglas" a las que debe obedecer; las acepta
sin censurarlas u objetarlas, aunque puedan no gustarle. La idea de
orden y de obligación penetra de este modo en él, pero la
"aureola" estrictamente moral de las ideas es débil.
Comienza
a distinguir lo verdadero de lo imaginario o de lo falso. Amanecer
tímido, pero abierto, de la moralidad.
Las
rabietas: -Estado de mal humor como respuesta a frustraciones.
Los
padres suelen ser muy coercitivos o sobre protectores.
Actitud
correcta adulto actitud serena y cariñosa, pero no exenta de firmeza
Los
primeros días de escuela, se soluciona con una integración gradual
y hablando
Problemas
relacionados con las comidas
Rechazo
a la misma o exceso. Es una forma de llamar la atención o de dar
salida a situaciones de ansiedad
Enuresis:
Emisión involuntaria de la orina (a partir de los 3 años) por
causas de tipo afectivo (nacimiento hermano, sobre protección),
cuando desaparece el motivo de la tensión desaparece el síntoma.
Ecopresis:
Defecación involuntaria que no puede achacarse a causas físicas.
Se
comen las uñas, resultado de una tensión que puede venir por
adultos demasiado rigurosos y perfeccionistas.
MAS INFORMACIÓN
BIBLIOGRAFÍA DE CADA UNO DE LOS BLOG
- http://www.eljardinonline.com.ar/teorcaractevol4.htm
- http://urbanext.illinois.edu/babysitting_sp/age-preschool-sp.html
- sp.htmlhttp://www.todopapas.com/ninos/desarrollo-infantil/desarrollo-del-nino-de-3-a-4-anos-258